Chía le dice no a la violencia y al consumo de drogas

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Una de las banderas de la administración en el sector salud ha sido la promoción y prevención en salud mental y la disminución de factores de riesgo de consumo de sustancias sicoactivas. Estas prioridades se han estimado debido a la creciente violencia en los hogares y fallas en las pautas de crianza de algunos menores de edad del municipio.
Es así como a través de la implementación del programa “Familias con Sentido”, la secretaría de Salud trabajó en la formación a población previamente caracterizada para brindar asesoría personalizada en la prevención de la violencia de género y el control de la ira.
El resultado fue abordar especialmente a poblaciones de las veredas Samaria, Cerca de Piedra, Bojacá y Fonquetá con la intervención de 78 representantes de familia en temas específicos como comunicación verbal, oral, autoestima y toma de decisiones para que replicaran lo aprendido en los jóvenes entre los 11 y los 17 años.
Una de las conclusiones de los profesionales que trabajaron en el programa es que casi el 80% de las personas atendidas eran mujeres cabeza de familia y con bajos niveles de educación.
“La idea del proyecto fue generar herramientas a los padres de familia para que establezcan relaciones armónicas con sus hijos y reforzar la crianza y el vínculo familiar, sabemos que trabajando en etapas formativas prevenimos graves conductas sociales relacionadas con el consumo de sustancias sicoactivas y la violencia en general”, aseguró María Cristina Barbosa, secretaria de Salud de Chía.
Otro de los hallazgos importantes fue caracterizar parte de adultos mayores que tienen bajo su cuidado a menores de edad, en estos casos se aplicó el control de la ira y hábitos de comunicación no verbal. El operador de este programa fue la Fundación Génesis, entidad privada que ha liderado destacadas intervenciones en población con consumo de sustancias sicoactivas y habitabilidad en calle.
“Logramos que los participantes demostrarán sus debilidades y fortalezas y generamos capacidades que son factores de riesgo de nuestra población”, agregó Barbosa.
Parte del programa enfocó la metodología en mujeres menores de 30 años para una posterior asesoría directa por parte del Municipio en pautas de crianza y proyecto de vida.
Estas acciones se suman a los programas de promoción y prevención que se aplican a toda la población y en especial a las personas con algún grado de vulnerabilidad.